Al menos 11 personas han perdido la vida a raíz del huracán Milton, que arrasó el centro de Florida el miércoles por la noche, generando tornados mortales y severas inundaciones en su trayectoria. Aunque se temía que la tormenta causara estragos catastróficos, el impacto fue menos devastador de lo esperado, especialmente en la costa oeste del estado. Ante esto, el gobernador Ron DeSantis informó que, a pesar de las condiciones adversas, la inmersión marina no fue tan significativa como en el caso del huracán Helene, que azotó la región hace apenas dos semanas. Milton, que llegó a la costa como un huracán de categoría 3, comenzó a debilitarse mientras avanzaba hacia el interior del estado, aunque su paso dejó a muchas comunidades lidiando con cortes de energía y daños severos. Finalmente, DeSantis se comunicó con el presidente Joe Biden para coordinar la respuesta federal ante la emergencia, recordando que Milton había sido advertido como un potencial desastre histórico. A medida que las autoridades trabajan en la recuperación, se espera que los esfuerzos de limpieza y ayuda continúen en las próximas semanas.
El huracán Milton ha bajado a categoría uno este jueves tras tocar tierra en Florida como una tormenta de categoría 3, dejando a su paso al menos dos muertos y una emergencia continua. Con vientos máximos sostenidos de 144 kilómetros por hora (90 millas por hora), el ciclón se mueve rumbo al Atlántico, pero las autoridades advierten que la amenaza persiste debido a la intensa lluvia que ha causado inundaciones y deslizamientos. Ante esto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que Milton se debilitó en la madrugada del jueves, desplazándose al este-noreste a aproximadamente 25 kilómetros por hora (16 millas por hora). Las devastadoras consecuencias del huracán son evidentes, especialmente en la Bahía de Tampa, donde se han reportado daños significativos. Trágicamente, el Departamento del Alguacil del condado de St. Lucie confirmómúltiples muertos por un tornado relacionado con el ciclón en una comunidad de jubilados. Además, 2,6 millones de clientes en Florida se encuentran sin electricidad, con los condados de Pinellas, Manatee y Hillsborough como los más afectados. Finalmente, las interrupciones en el suministro de agua y las alertas por inundaciones siguen activas, mientras las autoridades instan a la población a mantenerse alerta ante el peligro que persiste tras el paso de Milton.
El huracán Milton, clasificado comoenormemente peligroso y de categoría 5, se dirige hacia Tampa, Florida, generando alarmas sobre posibles daños catastróficos. Se prevé que llegue a la costa durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, convirtiéndose en el huracán más destructivo que golpee el estado en un siglo. Ante esto, en una entrevista, el cónsul chileno en Miami, Daniel Ortíz, hizo un llamado urgente a la comunidad chilena en Florida, que se estima en 25 mil personas. Aunque en Miami aún no ha comenzado a llover, se están sintiendo las primeras ráfagas de viento, mientras las autoridades advierten sobre un potencial deterioro de las condiciones climáticas. Asimismo, Ortíz destacó que muchos chilenos no están familiarizados con la magnitud de estos fenómenos naturales, lo que puede dificultar su respuesta ante la emergencia. “Parece que todo estuviera en calma, pero en cualquier momento llegan ráfagas y en ese momento ya es muy difícil salir de donde solicitaron evacuar”, advirtió, instando a la comunidad a seguir las directrices de las autoridades locales. Además, el cónsul informó sobre la existencia de refugios disponibles para quienes no puedan evacuar a tiempo, los cuales están equipados para proporcionar seguridad y comodidad durante el periodo crítico. Para aquellos con movilidad reducida, se han establecido protocolos específicos para asegurar su protección y traslado seguro. Finalmente, la comunidad chilena en Florida enfrenta un momento crítico y debe estar atenta a las recomendaciones, preparándose para el impacto inminente del huracán Milton.
El huracán Helene, catalogado como el decimocuarto huracán más potente en la historia de Estados Unidos y el séptimo más devastador para Florida, tocó tierra en la medianoche del viernes, desatando el caos en los estados de Florida y Georgia. Con vientos de hasta 225 km/h, la tormenta dejó un rastro de destrucción que incluye más de 2 millones de hogares y negocios sin electricidad y vastas zonas urbanas bajo el agua. Barrios enteros de ciudades como Tampa, Nápoles y San Petersburgo amanecieron bajo el agua, con barcos volcados, árboles caídos y automóviles varados. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó la muerte de un conductor al ser golpeado por escombros en plena tormenta, advirtiendo que el número de víctimas mortales podría aumentar. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) señaló que Helene se debilitó a tormenta tropical después de azotar Georgia, pero las marejadas, vientos y lluvias torrenciales persistían. Se pronosticaron hasta 50 cm de lluvia en algunas áreas, lo que ha llevado a las autoridades a ordenar evacuaciones y advertir sobre la destrucción potencial en las zonas costeras. “Se avecina un escenario devastador, alertó Michael Brennan, director del CNH. En el condado de Taylor, las autoridades pidieron a los residentes que no evacuaron escribir sus nombres y fechas de nacimiento en sus brazos para facilitar la identificación en caso de desastre. Mientras tanto, más de un millón de personas en Florida y 800.000 en Georgia siguen sin electricidad, y las pérdidas aseguradas podrían superar los 6.000 millones de dólares, según informes preliminares. Las instalaciones energéticas en la costa del Golfo de México también han sido afectadas, con operaciones reducidas. Finalmente, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) confirmó que su directora, Deanne Criswell, viajará a Florida para evaluar los daños, mientras las autoridades continúan trabajando para restablecer la normalidad en las regiones afectadas.
Al menos 11 personas han perdido la vida a raíz del huracán Milton, que arrasó el centro de Florida el miércoles por la noche, generando tornados mortales y severas inundaciones en su trayectoria. Aunque se temía que la tormenta causara estragos catastróficos, el impacto fue menos devastador de lo esperado, especialmente en la costa oeste del estado. Ante esto, el gobernador Ron DeSantis informó que, a pesar de las condiciones adversas, la inmersión marina no fue tan significativa como en el caso del huracán Helene, que azotó la región hace apenas dos semanas. Milton, que llegó a la costa como un huracán de categoría 3, comenzó a debilitarse mientras avanzaba hacia el interior del estado, aunque su paso dejó a muchas comunidades lidiando con cortes de energía y daños severos. Finalmente, DeSantis se comunicó con el presidente Joe Biden para coordinar la respuesta federal ante la emergencia, recordando que Milton había sido advertido como un potencial desastre histórico. A medida que las autoridades trabajan en la recuperación, se espera que los esfuerzos de limpieza y ayuda continúen en las próximas semanas.
El huracán Milton ha bajado a categoría uno este jueves tras tocar tierra en Florida como una tormenta de categoría 3, dejando a su paso al menos dos muertos y una emergencia continua. Con vientos máximos sostenidos de 144 kilómetros por hora (90 millas por hora), el ciclón se mueve rumbo al Atlántico, pero las autoridades advierten que la amenaza persiste debido a la intensa lluvia que ha causado inundaciones y deslizamientos. Ante esto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que Milton se debilitó en la madrugada del jueves, desplazándose al este-noreste a aproximadamente 25 kilómetros por hora (16 millas por hora). Las devastadoras consecuencias del huracán son evidentes, especialmente en la Bahía de Tampa, donde se han reportado daños significativos. Trágicamente, el Departamento del Alguacil del condado de St. Lucie confirmómúltiples muertos por un tornado relacionado con el ciclón en una comunidad de jubilados. Además, 2,6 millones de clientes en Florida se encuentran sin electricidad, con los condados de Pinellas, Manatee y Hillsborough como los más afectados. Finalmente, las interrupciones en el suministro de agua y las alertas por inundaciones siguen activas, mientras las autoridades instan a la población a mantenerse alerta ante el peligro que persiste tras el paso de Milton.
El huracán Milton, clasificado comoenormemente peligroso y de categoría 5, se dirige hacia Tampa, Florida, generando alarmas sobre posibles daños catastróficos. Se prevé que llegue a la costa durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, convirtiéndose en el huracán más destructivo que golpee el estado en un siglo. Ante esto, en una entrevista, el cónsul chileno en Miami, Daniel Ortíz, hizo un llamado urgente a la comunidad chilena en Florida, que se estima en 25 mil personas. Aunque en Miami aún no ha comenzado a llover, se están sintiendo las primeras ráfagas de viento, mientras las autoridades advierten sobre un potencial deterioro de las condiciones climáticas. Asimismo, Ortíz destacó que muchos chilenos no están familiarizados con la magnitud de estos fenómenos naturales, lo que puede dificultar su respuesta ante la emergencia. “Parece que todo estuviera en calma, pero en cualquier momento llegan ráfagas y en ese momento ya es muy difícil salir de donde solicitaron evacuar”, advirtió, instando a la comunidad a seguir las directrices de las autoridades locales. Además, el cónsul informó sobre la existencia de refugios disponibles para quienes no puedan evacuar a tiempo, los cuales están equipados para proporcionar seguridad y comodidad durante el periodo crítico. Para aquellos con movilidad reducida, se han establecido protocolos específicos para asegurar su protección y traslado seguro. Finalmente, la comunidad chilena en Florida enfrenta un momento crítico y debe estar atenta a las recomendaciones, preparándose para el impacto inminente del huracán Milton.
El huracán Helene, catalogado como el decimocuarto huracán más potente en la historia de Estados Unidos y el séptimo más devastador para Florida, tocó tierra en la medianoche del viernes, desatando el caos en los estados de Florida y Georgia. Con vientos de hasta 225 km/h, la tormenta dejó un rastro de destrucción que incluye más de 2 millones de hogares y negocios sin electricidad y vastas zonas urbanas bajo el agua. Barrios enteros de ciudades como Tampa, Nápoles y San Petersburgo amanecieron bajo el agua, con barcos volcados, árboles caídos y automóviles varados. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó la muerte de un conductor al ser golpeado por escombros en plena tormenta, advirtiendo que el número de víctimas mortales podría aumentar. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) señaló que Helene se debilitó a tormenta tropical después de azotar Georgia, pero las marejadas, vientos y lluvias torrenciales persistían. Se pronosticaron hasta 50 cm de lluvia en algunas áreas, lo que ha llevado a las autoridades a ordenar evacuaciones y advertir sobre la destrucción potencial en las zonas costeras. “Se avecina un escenario devastador, alertó Michael Brennan, director del CNH. En el condado de Taylor, las autoridades pidieron a los residentes que no evacuaron escribir sus nombres y fechas de nacimiento en sus brazos para facilitar la identificación en caso de desastre. Mientras tanto, más de un millón de personas en Florida y 800.000 en Georgia siguen sin electricidad, y las pérdidas aseguradas podrían superar los 6.000 millones de dólares, según informes preliminares. Las instalaciones energéticas en la costa del Golfo de México también han sido afectadas, con operaciones reducidas. Finalmente, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) confirmó que su directora, Deanne Criswell, viajará a Florida para evaluar los daños, mientras las autoridades continúan trabajando para restablecer la normalidad en las regiones afectadas.