El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación de 1,0% en octubre de 2024, acumulando 4,5% en lo que va del año y 4,7% en los últimos doce meses. Este resultado evidencia presiones inflacionarias en varios sectores clave de la economía. Ante esto, de las trece divisiones que componen la canasta del IPC, nueve contribuyeron positivamente a la variación mensual, mientras que cuatro mostraron incidencias negativas. Entre los rubros que más influyeron en el alza del índice destacaron vivienda y servicios básicos, con un incremento del 3,1%, y alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 2,2%. Ambos sectores sumaron 1,039 puntos porcentuales al alza total. Asimismo, el alza en el suministro de electricidad fue la más significativa, con un aumento del 18,9% en octubre, acumulando un impresionante 45,7% en lo que va del año. Esta variación se atribuye a la normalización de las tarifas de luz tras el fin del congelamiento implementado durante la pandemia. En cuanto a alimentos, la carne de vacuno subió un 5,5% mensual, alcanzando un incremento acumulado del 6,4% en el año. Las papas, que habían mostrado una tendencia a la baja en meses previos, registraron un alza del 28,5% en octubre, aunque mantienen un acumulado negativo de -8,8% en 2024. Entre las bajas más destacadas, se encuentran la gasolina, con una caída del 3,1%, y las lechugas, que descendieron un 20,3%. Estos descensos contribuyeron a suavizar parcialmente el impacto inflacionario del mes. Finalmente, con estos resultados se mantiene la preocupación por las presiones inflacionarias, especialmente en servicios básicos y alimentos, que afectan directamente a los hogares. Los analistas anticipan que la tendencia al alza podría continuar en los próximos meses, dado el contexto económico y la volatilidad en los precios de los productos esenciales.
Según el último Boletín de Informalidad Laboral del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de ocupación informal en Chile se situó en 27,0% durante el trimestre de julio a septiembre de 2024, lo que representa un incremento de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este aumento ha llevado a que un total de 2.494.520 personas se encuentren trabajando en la informalidad, reflejando una variación de 3,6% (87.408 personas) en el último año. Ante esto, el informe destaca que el crecimiento de la ocupación informal fue impulsado principalmente por mujeres, que mostraron un aumento del 4,4%, y hombres, con un incremento del 3,0%. En términos de grupos de edad, los tramos de 35-44 años (8,6%) y 55-64 años (8,8%) también experimentaron un aumento significativo. Las tasas más altas de informalidad se registraron en los grupos de 65 años y más (55,8%) y de 15 a 24 años (36,1%), lo que indica que la informalidad afecta de manera desproporcionada a las poblaciones más jóvenes y a las personas mayores. Asimismo, analizando la distribución por sectores económicos, el comercio (8,7%) y la enseñanza (27,7%) fueron los principales sectores que contribuyeron al aumento de la informalidad. Otros sectores, como las actividades de los hogares como empleadores (55,5%), otras actividades de servicio (50,0%) y agricultura y pesca (40,6%), también presentaron altas tasas de ocupación informal. En cuanto a los grupos ocupacionales, los servicios y comercios (9,0%) y los operadores de máquina y ensambladores (8,7%) lideraron el incremento. Se observó que los trabajadores por cuenta propia (3,8%) y las personas asalariadas privadas (5,0%) representaron el 86,0% del total de la población ocupada informal, con tasas de ocupación de 69,2% y 15,1%, respectivamente. El INE también destacó que el aumento en el número de trabajadores por cuenta propia se expandió un 3,8% en el último año, impulsado tanto por hombres (3,4%) como por mujeres (4,3%), con el comercio (9,2%) y la salud (27,7%) siendo las actividades más influyentes en este crecimiento. Finalmente, esta situación pone de relieve la necesidad de políticas que aborden la informalidad laboral, especialmente en sectores y grupos de edad más vulnerables.
La tasa de desempleo en Chile alcanzó un 8,9% durante el trimestre junio-agosto de 2024, según reveló la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta cifra representa una leve disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior. El descenso fue impulsado por un incremento del 2,4% en la fuerza laboral, aunque el número de personas ocupadas creció en un 2,5%. El informe del INE destaca que, a pesar de esta baja en la tasa de desempleo, la informalidad laboral sigue en aumento. En el último año se crearon 229.621 nuevos empleos, de los cuales el 61% corresponden a trabajos informales, lo que elevó la tasa de informalidad a un 27,6%, encadenando diez trimestres consecutivos al alza. En cuanto a la distribución por género, la tasa de desempleo en las mujeres fue del 9,4%, con un aumento de 0,1 puntos porcentuales. Mientras tanto, en los hombres la desocupación alcanzó el 8,5%, marcando una reducción de 0,3 puntos en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Finalmente, el informe también subraya que, aunque el volumen de trabajo en horas efectivas creció un 1,1%, el promedio de horas trabajadas por persona disminuyó un 1,5%, quedando en 37 horas semanales. La brecha de género en las horas trabajadas también persiste, con 39,3 horas en promedio para los hombres y 33,9 horas para las mujeres.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación de 1,0% en octubre de 2024, acumulando 4,5% en lo que va del año y 4,7% en los últimos doce meses. Este resultado evidencia presiones inflacionarias en varios sectores clave de la economía. Ante esto, de las trece divisiones que componen la canasta del IPC, nueve contribuyeron positivamente a la variación mensual, mientras que cuatro mostraron incidencias negativas. Entre los rubros que más influyeron en el alza del índice destacaron vivienda y servicios básicos, con un incremento del 3,1%, y alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 2,2%. Ambos sectores sumaron 1,039 puntos porcentuales al alza total. Asimismo, el alza en el suministro de electricidad fue la más significativa, con un aumento del 18,9% en octubre, acumulando un impresionante 45,7% en lo que va del año. Esta variación se atribuye a la normalización de las tarifas de luz tras el fin del congelamiento implementado durante la pandemia. En cuanto a alimentos, la carne de vacuno subió un 5,5% mensual, alcanzando un incremento acumulado del 6,4% en el año. Las papas, que habían mostrado una tendencia a la baja en meses previos, registraron un alza del 28,5% en octubre, aunque mantienen un acumulado negativo de -8,8% en 2024. Entre las bajas más destacadas, se encuentran la gasolina, con una caída del 3,1%, y las lechugas, que descendieron un 20,3%. Estos descensos contribuyeron a suavizar parcialmente el impacto inflacionario del mes. Finalmente, con estos resultados se mantiene la preocupación por las presiones inflacionarias, especialmente en servicios básicos y alimentos, que afectan directamente a los hogares. Los analistas anticipan que la tendencia al alza podría continuar en los próximos meses, dado el contexto económico y la volatilidad en los precios de los productos esenciales.
Según el último Boletín de Informalidad Laboral del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de ocupación informal en Chile se situó en 27,0% durante el trimestre de julio a septiembre de 2024, lo que representa un incremento de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este aumento ha llevado a que un total de 2.494.520 personas se encuentren trabajando en la informalidad, reflejando una variación de 3,6% (87.408 personas) en el último año. Ante esto, el informe destaca que el crecimiento de la ocupación informal fue impulsado principalmente por mujeres, que mostraron un aumento del 4,4%, y hombres, con un incremento del 3,0%. En términos de grupos de edad, los tramos de 35-44 años (8,6%) y 55-64 años (8,8%) también experimentaron un aumento significativo. Las tasas más altas de informalidad se registraron en los grupos de 65 años y más (55,8%) y de 15 a 24 años (36,1%), lo que indica que la informalidad afecta de manera desproporcionada a las poblaciones más jóvenes y a las personas mayores. Asimismo, analizando la distribución por sectores económicos, el comercio (8,7%) y la enseñanza (27,7%) fueron los principales sectores que contribuyeron al aumento de la informalidad. Otros sectores, como las actividades de los hogares como empleadores (55,5%), otras actividades de servicio (50,0%) y agricultura y pesca (40,6%), también presentaron altas tasas de ocupación informal. En cuanto a los grupos ocupacionales, los servicios y comercios (9,0%) y los operadores de máquina y ensambladores (8,7%) lideraron el incremento. Se observó que los trabajadores por cuenta propia (3,8%) y las personas asalariadas privadas (5,0%) representaron el 86,0% del total de la población ocupada informal, con tasas de ocupación de 69,2% y 15,1%, respectivamente. El INE también destacó que el aumento en el número de trabajadores por cuenta propia se expandió un 3,8% en el último año, impulsado tanto por hombres (3,4%) como por mujeres (4,3%), con el comercio (9,2%) y la salud (27,7%) siendo las actividades más influyentes en este crecimiento. Finalmente, esta situación pone de relieve la necesidad de políticas que aborden la informalidad laboral, especialmente en sectores y grupos de edad más vulnerables.
La tasa de desempleo en Chile alcanzó un 8,9% durante el trimestre junio-agosto de 2024, según reveló la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta cifra representa una leve disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior. El descenso fue impulsado por un incremento del 2,4% en la fuerza laboral, aunque el número de personas ocupadas creció en un 2,5%. El informe del INE destaca que, a pesar de esta baja en la tasa de desempleo, la informalidad laboral sigue en aumento. En el último año se crearon 229.621 nuevos empleos, de los cuales el 61% corresponden a trabajos informales, lo que elevó la tasa de informalidad a un 27,6%, encadenando diez trimestres consecutivos al alza. En cuanto a la distribución por género, la tasa de desempleo en las mujeres fue del 9,4%, con un aumento de 0,1 puntos porcentuales. Mientras tanto, en los hombres la desocupación alcanzó el 8,5%, marcando una reducción de 0,3 puntos en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Finalmente, el informe también subraya que, aunque el volumen de trabajo en horas efectivas creció un 1,1%, el promedio de horas trabajadas por persona disminuyó un 1,5%, quedando en 37 horas semanales. La brecha de género en las horas trabajadas también persiste, con 39,3 horas en promedio para los hombres y 33,9 horas para las mujeres.