Educación chilena: un sistema en crisis
Hiper Bóreo
“El hombre es un valor social”, decía el médico, sociólogo y filósofo José Ingenieros en su libro El hombre mediocre. Lo cierto es que esas condiciones para materializar ese concepto siempre han sido más o menos las mismas: un ambiente temprano -familia y colegio- donde se hacen exigencias y se imponen disciplinas. Es la educación en el hogar: un ecosistema de afecto y cuidado donde se inculcan en el niño costumbres y prácticas que han surgido, de manera tácita, del acomodo mutuo en la sociedad.
Paralelamente, opera la educación escolar, que no solo provee materias y conocimientos, sino que también adiestra y disciplina a los individuos mediante horarios, exámenes, calificaciones y normas de comportamiento.
Es la interacción de estos dos factores la que provee normas de comportamiento, valores y disciplinas necesarias para insertar a los individuos en los engranajes de lo que llamamos “Sociedad civilizada”. Sin embargo, el caso de la sociedad chilena está más próximo al estado de barbarie que al de civilización, salvo que solo asimilemos esta a la destreza de digitar un teclado con las habilidades psicomotrices de un chimpancé.
LOS HECHOS
Las agresiones recientes, como los ataques a una docente del Liceo de Excelencia de Trehuaco y a una profesora de San Javier, ocurren tras un 2024 en el que se registraron 553 denuncias de la misma índole, un 25% más que en 2023, según datos de la SUPEREDUC. Estos hechos no son más que una de las múltiples manifestaciones del colapso de los espacios que alguna vez impusieron disciplina y control.
DE TAL PALO
Es difícil esperar algo distinto. Basta con mirar el clima mental en que se desarrolla el escolar chileno promedio para entender la pérdida de control sobre la violencia escolar y la erosión de la disciplina...
LETARGO
El paisaje... imágenes...
FRACASO ¿Qué clase...