El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien lideró el país entre 2006 y 2019, solicitó este lunes al actual mandatario, Luis Arce, que destituya y procese a los ministros de Defensa, Edmundo Novillo, y de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusándolos de intentar “matarlo” en un atentado el domingo por la mañana. “Si Luis Arce no dio las órdenes de matarnos, debe destituir y procesar de inmediato a sus ministros”, declaró Morales a través de la red social X. En su denuncia, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) afirmó que el vehículo en el que se desplazaba fue atacado con 14 disparos, resultando su chofer herido en la cabeza. Morales ya había mencionado en una entrevista reciente la posibilidad de que el Gobierno tuviera planes para impedir su candidatura en las elecciones de 2025, mencionando incluso intentos de atentar contra su vida. Este incidente ocurre en medio de protestas y bloqueos de carreteras por parte de los seguidores de Morales en el centro del país, que llevan 15 días en medida de presión contra una posible orden de captura sobre el ex mandatario por una investigación de trata de personas y estupro. A raíz del bloqueo, ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz enfrentan escasez de combustible y productos de uso diario, mientras que sectores sociales han solicitado una intervención civil para desbloquear las vías. Por su parte, Luis Arce, distanciado de Morales desde 2021 por disputas en el control del MAS y del Ejecutivo, calificó el hecho de grave y ordenó una “inmediata y minuciosa investigación” para esclarecer los hechos. “El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenado y esclarecido”, afirmó Arce, quien también reprochó las “especulaciones tendenciosas” sobre el ataque.
Evo Morales, expresidente de Bolivia, ha sido señalado en una investigación por la presunta violación de una menor de 15 años durante su mandato. Según informó el ministro de Justicia, César Siles, el caso involucra a una joven que habría sido abusada sexualmente por Morales hace ocho años, y de esta relación habría nacido una hija, cuyo certificado de nacimiento lo reconoce como padre. “Hemos observado con indignación delitos graves que pretenden quedar en la impunidad: me refiero concretamente a una niña violada a sus 15, a sus 16 años”, denunció Siles en conferencia de prensa. El funcionario añadió que el Ministerio de Justicia ha decidido participar activamente en el proceso judicial contra Morales, sumándose como parte denunciante. Asimismo, el caso ha generado un terremoto político en Bolivia, ya que Morales, quien gobernó el país entre 2006 y 2019, se encuentra enfrentado con el actual presidente, Luis Arce, en una batalla por el control del partido oficialista de cara a las elecciones de 2025. Arce, por su parte, ha pedido que la investigación sobre el caso se mantenga bajo reserva para proteger a la víctima y evitar que se politice el asunto. Finalmente, este escándalo se desató después de que la fiscal Sandra Gutiérrez denunciara que fue destituida de su cargo por solicitar la detención de Morales en una investigación relacionada con trata de personas, en la que la menor también estaría implicada. Si bien una jueza anuló la orden de captura contra el expresidente, el ministro Siles adelantó que el Gobierno pedirá la revocatoria de dicha decisión y la investigación de los jueces involucrados.
El expresidente boliviano Evo Morales lanzó el pasado lunes un ultimátum al actual jefe de Estado, Luis Arce, exigiendo que realice cambios inmediatos en su gabinete. Durante el cierre de una marcha que duró siete días y recorrió 189 kilómetros hasta llegar a La Paz, Morales denunció que varios ministros son corruptos y vinculados al narcotráfico. Si Lucho quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a ministros narcos, a ministros corruptos, a ministros drogos y racistas, afirmó el exmandatario frente a una multitud de seguidores. La movilización, que Morales lidera desde hace una semana, se originó como una protesta contra la gestión del gobierno en temas económicos y sociales. El exaliado de Arce en el partido Movimiento al Socialismo (MAS) también acusó al presidente de traicionar los principios del partido, al señalar:Defender a los humildes es un delito para un gobierno corrupto. Entre las demandas de Morales también figura la urgente resolución de la escasez de combustible en el país.Tienen 24 horas para resolver el tema del combustible. Si no lo hacen, las movilizaciones continuarán, advirtió. En respuesta, el presidente Arce, en un mensaje televisado, rechazó las amenazas y afirmó que no permitirá que el país se divida por un conflicto de poder. No le daré el gusto de una guerra civil, sentenció Arce, quien además acusó a Morales de buscar desestabilizar al gobierno con fines político-electorales. Hasta el momento, los enfrentamientos entre manifestantes de ambos bandos han dejado 34 heridos en una semana de movilizaciones. Con las elecciones presidenciales programadas para 2025, la relación entre Morales y Arce, antiguos compañeros de lucha, parece haber llegado a un punto crítico que podría tener consecuencias en la estabilidad política de Bolivia.
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien lideró el país entre 2006 y 2019, solicitó este lunes al actual mandatario, Luis Arce, que destituya y procese a los ministros de Defensa, Edmundo Novillo, y de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusándolos de intentar “matarlo” en un atentado el domingo por la mañana. “Si Luis Arce no dio las órdenes de matarnos, debe destituir y procesar de inmediato a sus ministros”, declaró Morales a través de la red social X. En su denuncia, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) afirmó que el vehículo en el que se desplazaba fue atacado con 14 disparos, resultando su chofer herido en la cabeza. Morales ya había mencionado en una entrevista reciente la posibilidad de que el Gobierno tuviera planes para impedir su candidatura en las elecciones de 2025, mencionando incluso intentos de atentar contra su vida. Este incidente ocurre en medio de protestas y bloqueos de carreteras por parte de los seguidores de Morales en el centro del país, que llevan 15 días en medida de presión contra una posible orden de captura sobre el ex mandatario por una investigación de trata de personas y estupro. A raíz del bloqueo, ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz enfrentan escasez de combustible y productos de uso diario, mientras que sectores sociales han solicitado una intervención civil para desbloquear las vías. Por su parte, Luis Arce, distanciado de Morales desde 2021 por disputas en el control del MAS y del Ejecutivo, calificó el hecho de grave y ordenó una “inmediata y minuciosa investigación” para esclarecer los hechos. “El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenado y esclarecido”, afirmó Arce, quien también reprochó las “especulaciones tendenciosas” sobre el ataque.
Evo Morales, expresidente de Bolivia, ha sido señalado en una investigación por la presunta violación de una menor de 15 años durante su mandato. Según informó el ministro de Justicia, César Siles, el caso involucra a una joven que habría sido abusada sexualmente por Morales hace ocho años, y de esta relación habría nacido una hija, cuyo certificado de nacimiento lo reconoce como padre. “Hemos observado con indignación delitos graves que pretenden quedar en la impunidad: me refiero concretamente a una niña violada a sus 15, a sus 16 años”, denunció Siles en conferencia de prensa. El funcionario añadió que el Ministerio de Justicia ha decidido participar activamente en el proceso judicial contra Morales, sumándose como parte denunciante. Asimismo, el caso ha generado un terremoto político en Bolivia, ya que Morales, quien gobernó el país entre 2006 y 2019, se encuentra enfrentado con el actual presidente, Luis Arce, en una batalla por el control del partido oficialista de cara a las elecciones de 2025. Arce, por su parte, ha pedido que la investigación sobre el caso se mantenga bajo reserva para proteger a la víctima y evitar que se politice el asunto. Finalmente, este escándalo se desató después de que la fiscal Sandra Gutiérrez denunciara que fue destituida de su cargo por solicitar la detención de Morales en una investigación relacionada con trata de personas, en la que la menor también estaría implicada. Si bien una jueza anuló la orden de captura contra el expresidente, el ministro Siles adelantó que el Gobierno pedirá la revocatoria de dicha decisión y la investigación de los jueces involucrados.
El expresidente boliviano Evo Morales lanzó el pasado lunes un ultimátum al actual jefe de Estado, Luis Arce, exigiendo que realice cambios inmediatos en su gabinete. Durante el cierre de una marcha que duró siete días y recorrió 189 kilómetros hasta llegar a La Paz, Morales denunció que varios ministros son corruptos y vinculados al narcotráfico. Si Lucho quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a ministros narcos, a ministros corruptos, a ministros drogos y racistas, afirmó el exmandatario frente a una multitud de seguidores. La movilización, que Morales lidera desde hace una semana, se originó como una protesta contra la gestión del gobierno en temas económicos y sociales. El exaliado de Arce en el partido Movimiento al Socialismo (MAS) también acusó al presidente de traicionar los principios del partido, al señalar:Defender a los humildes es un delito para un gobierno corrupto. Entre las demandas de Morales también figura la urgente resolución de la escasez de combustible en el país.Tienen 24 horas para resolver el tema del combustible. Si no lo hacen, las movilizaciones continuarán, advirtió. En respuesta, el presidente Arce, en un mensaje televisado, rechazó las amenazas y afirmó que no permitirá que el país se divida por un conflicto de poder. No le daré el gusto de una guerra civil, sentenció Arce, quien además acusó a Morales de buscar desestabilizar al gobierno con fines político-electorales. Hasta el momento, los enfrentamientos entre manifestantes de ambos bandos han dejado 34 heridos en una semana de movilizaciones. Con las elecciones presidenciales programadas para 2025, la relación entre Morales y Arce, antiguos compañeros de lucha, parece haber llegado a un punto crítico que podría tener consecuencias en la estabilidad política de Bolivia.